Y tendrás tesoro en el cielo.


Mateo 19:21 “Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.”

Cada vez que se acercan estos meses tengo que volver a ponerme en contacto con mi banco. Ya sabéis, hipotecas, intereses, plazos, seguros, y un largo etcétera de operaciones bancarias. ¿Te suenan estos términos? He estado reflexionando sobre este asunto y llegué a algunas conclusiones que quiero compartir en este momento. (Perdonad la jerga utilizada pero es la influencia del momento)

Existe un Banco celestial donde todos tenemos una cuenta corriente abierta desde antes de nacer.

Junto a nuestra cuenta nos abren una línea de crédito sin riesgos, plazos o intereses.

No necesitamos avales. Bueno, en realidad si, pero Alguien ya firmó en esa línea del contrato por mí. No hacen falta propiedades. Con lo que soy hay bastante.

Se genera un interés altísimo a mi favor que se ingresa en cuenta tan sólo por ir al banco, y mi cuenta crece y crece cada vez más.
Un banco que no tiene gastos de mantenimiento. No hay comisiones por apuntes ni gastos de correo (porque no necesita papel para enviarme los extractos).
No hay peligro de que un CRACK de la bolsa en alguna parte del mundo haga que desaparezca todo mi capital, pues no se rige por las normas de mercado humanas.
Allí, en mi banco, el que más tiene es el que más da, y así recibe más que lo que dio para que vuelva a darlo.
Hay una oficina muy cerca de mi. Ni siquiera necesito conectarme a Internet o buscar cobertura de señal de móvil para saber el estado de mi economía. Basta con cerrar los ojos y elevar el corazón y ya estoy en contacto con mi banco.

Lo que realmente hace especial a mi banco es el Director que tiene. Siempre está dispuesto a atenderme en persona, a cualquier hora y momento de cualquier día. Este Director inventa 1000 y una maneras y campañas de publicidad para enseñarme nuevos productos financieros con los que enriquecerme aún más, o bien me llama personalmente para recordarme que estoy perdiendo dinero al no compartir el que tengo guardado, insistiendo cariñosamente en que confíe en él para manejar mis asuntos. A veces, tan sólo me llama para interesarse porque hace tiempo que no sabe nada de mi. Un Director que me cuida.

Un banco que todo lo que gana lo invierte en obra social.

Me encanta tener una cuenta en ese BANCO ¿Y a ti?

Sólo hay un requisito para abrir una cuenta en ese banco.¿Ya sabes cuál es?

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