Resucitados para una nueva vida


Con él fuisteis sepultados en el bautismo, y con él fuisteis también resucitados por la fe en el poder de Dios que lo levantó de los muertos. Colosenses 2:12.

Conozco a muchas personas maravillosas, que van a la iglesia de vez en cuando, apoyan a la familia en todo, creen en Jesús y su mensaje, pero no toman la decisión de bautizarse. Mi padre era uno de ellos.

El argumento que constantemente usan es que todavía no están preparados para tomar una decisión tan seria. Miran su propia vida y ven que hay muchas cosas que deben ser ajustadas y corregidas para poder ser bautizados.

El versículo de hoy nos muestra que la experiencia del cristiano no termina con el bautismo. El bautismo no es el certificado que la iglesia da a quien demostró que puede cumplir todas las normas establecidas en la Palabra de Dios. El bautismo es prácticamente el comienzo de la experiencia cristiana. Después del bautismo somos "resucitados [en él] por la fe en el poder de Dios".

A partir del bautismo comienza la experiencia maravillosa del compañerismo y la victoria en Cristo. Cada día es un día de aprendizaje. Fuimos resucitados para una nueva vida, y pasamos a ser como niños que están aprendiendo a andar.

¿Viste caminar a tu hijito? ¿No se cayó muchas veces antes de dominar el arte de caminar? ¿Y qué hacías cuando tropezaba y caía? ¿Corrías para castigarlo porque no había conseguido andar, o lo animabas a intentar de nuevo?

Dios es un Padre de amor dispuesto a ver crecer y madurar a sus hijos en la nueva experiencia de andar con él.

Si estás esperando a vivir una vida "perfecta" para tomar la decisión de bautizarte, nunca decidirás hacerlo porque solo nunca alcanzarás el ideal de Dios para ti.

El bautismo no es el fin del curso. Es el comienzo de la experiencia con Jesús, y la declaración pública de que lo amas y quieres vivir con él el resto de tu vida. Igual que en el matrimonio, la vida entre dos es una escuela que no tiene graduación. Vamos aprendiendo diariamente con los aciertos y los errores, pero conseguimos enfrentar las situaciones sustentados por el amor que nos une a otra persona.

Si estás en el valle de la decisión, haz de este día tu gran día. Abre tu corazón y di: "Señor, hoy decido entregarme definitivamente a ti y prepararme para participar del próximo bautismo".


Pr. Alejandro Bullón.

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