Echad fuera los dioses extraños


Habló entonces Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: "Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitad de entre vosotros los dioses ajenos y a Astarot, dedicad vuestro corazón a Jehová y servidle sólo a él, y él os librará de manos de los filisteos" 1 Samuel 7:3.

Hace muchos años conocí a un hombre sincero que era víctima del alcoholismo, aunque no lo reconocía y se calificaba apenas como un "bebedor social".

Sin embargo, su vida y la de su familia estaban completamente perturbadas por la bebida. En realidad, deseaba abandonar el vicio, pero no podía. Durante una Semana de Oración que dirigí, escuchó hablar sobre la maravillosa obra del Espíritu Santo que lleva a los hijos sinceros a la victoria. También oyó hablar de que el ser humano tiene que esforzarse para no quebrar la comunión permanente con Jesús, y que la victoria sería el resultado de esa comunión.

Algunos meses después nos encontramos nuevamente y él, desanimado, me contó que la comunión con Cristo no resolvía el problema de la bebida. Él oraba constantemente, le pedía fuerzas a Dios para abandonar el vicio, pero el bar de casa continuaba lleno de bebidas importadas que conservaba con mucho cariño. Sentado en su sala, leía la Biblia y oraba, mientras sus ojos miraban las bebidas seductoras.

El versículo de hoy dice: "Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitad de entre vosotros los dioses ajenos". ¿Cómo olvidar a una mujer extraña, mientras se conserva la foto y el número telefónico de ella? ¿Cómo abandonar el cigarrillo mientras existen dos atados escondidos en el cuarto? ¿Cómo conseguir la pureza de pensamientos mientras las revistas y los videos pornográficos están en los cajones? "Quitad los dioses ajenos y a Astarot" de entre vosotros, es la orden divina. Corta el cordón umbilical con el pecado. Quema tus discos, tus cintas, las revistas, las cartas o los números telefónicos. Tira todo a la basura.

La comunión con Cristo es lo que te dará fuerzas para la victoria. Su Santo Espíritu, santificando tu voluntad, te llevará a la libertad completa, pero es necesario quitar los dioses extraños que crean un ambiente desfavorable para la victoria.

Fue "doloroso" para ese joven tirar al inodoro tanta bebida fina. Pero, finalmente, entendió el mensaje. "Quitó de en medio de su casa los dioses extraños" y hoy se regocija en la bendita esperanza del regreso de Cristo, mientras avanza de victoria en victoria, hasta la victoria final.

¿Hay algo en tu vida que deba ser arrojado afuera? ¡Que Dios te ayude a hacerlo!

Pr. Alejandro Bullón

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