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Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo, y con miel de la peña les saciaría. Sal 81:16.

El versículo de hoy presenta dos verbos en el modo condicional: "sus tentaría" y "saciaría". Estas promesas expresan seguridad y plenitud, pero requieren una condición. La condición es: "Oye, pueblo mío, y te amonestaré. Israel, si me oyeres... ".* Las exhortaciones divinas no tienen como propósito hacer de la vida una carga, el objetivo es sustentarte y saciarte.

¿Quién es tan loco para no seguir el camino que le hará bien? Y, sin embargo, mira la queja divina: "Pero mi pueblo no oyó mi voz, e Israel no me quiso a mí".*

Todos los días tenemos que decidir si vamos a oír la voz de Dios, o si seguiremos los instintos propios. El Señor nos aconseja a seguir el camino que nos llevará a la seguridad y a la plenitud, pero no nos obliga a seguir ese camino. Nos deja en libertad para escoger y decidir.

La tragedia de Israel era que no daba importancia a los consejos divinos. Sufría constantemente por seguir sus propios caminos. Insistía en andar según su propia manera de ver las cosas. Vez tras vez, Dios lo llamó para que siguiera sus caminos y, finalmente, Dios dijo: "Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón". *

La obstinación es un denominador común en la vida de la persona fracasada. El diccionario la define como la insistencia en hacer algo que no funciona.

Hoy es necesario analizar mis propias actitudes. ¿Hasta qué punto continúo repitiendo actos que solo traen dolor a mi vida o a la vida de las personas que amo?

Yo los "sustentaría". Yo los "saciaría". Promesas maravillosas que pueden tornarse realidad en la experiencia del ser humano que, dejando de lado sus propias opiniones, abre los oídos para escuchar los consejos divinos.

Haz de este día un día de sabias decisiones. Cree en las maravillas que Dios es capaz de hacer en ti y por ti. ¿Por qué continuar experimentando el vacío del corazón si él promete saciarte? ¿Por qué tener miedo del futuro si Jesús promete sustentarte? Enfrenta los desafíos de la vida, recordando la promesa de Dios para ti: "Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo, y con miel de la peña los saciaría".

* Sal. 81:8, 11, 12.

Pr. Alejandro Bullón

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