JESÚS CONQUISTÓ LA VICTORIA POR NOSOTROS

"Torre fuerte es el nombre de Jehová; a él correrá el justo, y será levantado" (Prov. 18:10).

Nunca hubo un tiempo en que las mujeres y los hombres cristianos, en todas las áreas de la vida, estuvieran en mayor necesidad de lograr una clara visión espiritual como ahora. Ni por un momento es seguro perder de vista a Cristo. Sus seguidores deben orar, creer en él y amarlo fervientemente...

Jesús hizo frente a Satanás con un "Escrito está". La Palabra de Dios fue el arma de su lucha en cada tentación. Satanás demandó un milagro de Cristo como una señal de su divinidad. Pero lo que es mayor que todos los milagros, una firme dependencia de un "Así dice Jehová", fue una señal que no podía ser controvertida. Mientras Cristo se aferró a esa posición, el tentador no pudo obtener ninguna ventaja.

Fue en el tiempo de su mayor debilidad cuando Cristo fue asaltado por las tentaciones más fieras. Así Satanás pensaba prevalecer. Por este método había obtenido la victoria sobre los hombres. Cuando faltaba la fuerza y la voluntad se debilitaba, y la fe dejaba de reposar en Dios, entonces los que habían luchado valientemente por lo recto durante mucho tiempo, eran vencidos. Moisés se hallaba cansado por los cuarenta años de peregrinaciones de Israel cuando su fe dejó de asirse momentáneamente del poder infinito. Fracasó en los mismos límites de la tierra prometida. Así también sucedió con Elias, que había permanecido indómito delante del rey Acab y había hecho frente a toda la nación de Israel, encabezada por los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal. Después de aquel terrible día pasado sobre el Carmelo, cuando habían muerto los falsos profetas y el pueblo había declarado su fidelidad a Dios, Elias huyó para salvar su vida, ante las amenazas de la idólatra Jezabel...

Siempre que una persona esté rodeada de nubes, se halle perpleja por las circunstancias, o afligida por la pobreza y la angustia, Satanás está listo para tentarla y molestarla. Ataca los puntos débiles de nuestro carácter. Trata de destruir nuestra confianza en Dios porque él permite que exista tal estado de cosas. Nos vemos tentados a desconfiar de Dios y a poner en duda su amor.

Cristo le dijo al tentador: "Vete, Satanás"... Así podemos nosotros resistir la tentación y obligar a Satanás a alejarse. Jesús venció por la sumisión a Dios y la fe en él, y mediante el apóstol nos dice: "Someteos pues a Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá. Allegaos a Dios, y él se allegará a vosotros". No podemos salvarnos a nosotros mismos del poder del tentador; él venció a la humanidad, y cuando nosotros tratamos de resistirle con nuestra propia fuerza caemos víctimas de sus designios; pero "torre fuerte es el nombre de Jehová: a él correrá el justo, y será levantado". Satanás tiembla y huye delante del alma más débil que busca refugio en ese nombre poderoso (Manuscrito 15, 1908).

E. G. White

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