BIEN O MAL


El que procura el bien buscara favor; mas al que busca el mal, este le vendrá. Prov. 11:27.

Cuando era adolescente me gustaba ver cómo corrían las aguas del río. El río Rimac, que desciende de las montañas heladas del Perú y desemboca en el Océano Pacífico, pasa al lado del colegio donde estudiaba. Rimac significa “río hablador”. El nombre era perfecto. Es un río ruidoso, especialmente en las épocas de lluvia, que arrastra muchas piedras. Me gustaba aquel ruido. Así nadie me podía oír cuando leía poesías en voz alta, tratando de perfeccionar mi dicción.

Cierto día, cuando regresaba del río, descubrí en la rama de un viejo sauce un nido de avispas. Rápidamente se me vino a la mente la idea de tirar abajo el nido. El texto de hoy afirma: “el que busca el bien lo alcanza”. En este salmo aprendí también que el que corre detrás del mal, también lo alcanza. Derribar aquel nido de avispas, evidentemente, no era ningún bien. Por inocente que pareciese mi diversión, estaba corriendo tras el mal.


No fue fácil conseguir mi objetivo. A medida que los días pasaban, el propósito de mis idas al río ya no era practicar la dicción, sino tirar abajo el nido de avispas. Pasaba mucho tiempo tirándole piedras. Hasta que un fatídico día, logré lo que buscaba. El nido se vino abajo y en cuestión de segundos una nube de avispas volaba detrás de mí. La única salida fue tirarme con ropa y todo en el río y después luchar con la corriente para no ser llevado por las aguas.

Salomón ya había dicho con siglos de anticipación lo que me pasaría. Yo no conocía este proverbio, y si lo conocía no le había dado importancia. Gracias a Dios, el “mal” fue apenas un enjambre de avispas persiguiéndome.

Si tú estas vivo, hoy estas seguramente buscando algo. La vida es una búsqueda permanente. Todos damos en alguna dirección, y los que no avanzan, retroceden, La pregunta es: ¿A dónde vas tú? ¿En que dirección te diriges? ¿Andas en busca del bien o del mal? Esto es indispensable. Tu no puedes salir de casa hoy sin responder con honestidad estas preguntas, porque: “El que procura el bien buscara favor; mas al que busca el mal, éste le vendrá”.

Pr. Alejandro Bullón

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