Los hijos de Dios (Reflexión en vídeo y audio)
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Juan 1:12.
¿Cómo trataron los hombres a Cristo cuando vino?... “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron”. Vers. 11. Así es hoy. Se repite esta historia, y se repetirá vez tras vez antes de que venga el Señor en las nubes del cielo. Los engaños de Satanás estarán sobre los que moran en la tierra...
“Mas a todos los que le recibieron... les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”... Después de preparar acabadamente a este mundo como morada del hombre, Dios lo contempló y se regocijó, lo declaró bueno en gran manera. Así aceptará y se regocijará en la reforma realizada por los que, habiendo recibido a Cristo como a su Salvador, han obtenido poder para convertirse en hijos de Dios...
El primer capítulo de Colosenses nos muestra la altura que podemos alcanzar. Podemos estar “llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual”, caminando “como es digno del Señor”, “llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria para toda paciencia y longanimidad; con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”. Colosenses 1:9-14.
¿No hay suficiente dolor en esta tierra afligida por el pecado y que lleva su maldición, para movernos a consagrarnos a la obra de proclamar el mensaje de que “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”? Juan 3:16.—Carta 117, 1903.
Por E.G.White "A Fin de Conocerle", página 52.
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