NO ANDES EN TINIEBLAS

No saben, no entienden, andan en tinieblas; tiemblan todos los cimientos de la tierra. Sal. 82:5.

La mujer se quejaba del dictamen. El juez había concedido la tenencia de su único hijo al marido. Estaba deshecha y no sabía a dónde ir para buscar ayuda.

"Es injusto -reclamaba la mujer. El juez hizo eso debido a la influencia de la familia de mi esposo, que tiene mucho poder en la ciudad".

Aunque el salmo se refiere exclusivamente a las personas que administraban la justicia en aquellos días; la advertencia es válida también para el ser humano de hoy, independientemente de la profesión u oficio que tenga. La gente sin Dios andará en tinieblas, y quien anda envuelto en las sombras, no anda, deambula. No tiene rumbo, tropieza, cae, se levanta, vuelve a caer. No tiene conciencia de su realidad. Pretende saber de dónde viene y para dónde va, pero camina sin rumbo. Acertando a veces, errando en la mayoría.

La mayor parte de los problemas del ser humano se origina en la falta de sabiduría. En la vida familiar, profesional o financiera, la falta de criterio lleva a la criatura a vivir "en las tinieblas", intentando encontrar el camino, pero hiriéndose e hiriendo a las personas a su alrededor.

Por eso hoy, antes de tomar alguna decisión trascendental, o antes de comenzar tus actividades diarias, recuerda el consejo de Santiago, que dice:

"Si alguno de vosotroS tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente ... "*

No comiences el día sin Dios, no tomes decisiones sin su consejo, por- que la persona que vive sin Dios no sabe, ni entiende, anda en tinieblas.

* Sant. 1:5.

Pr. Alejandro Bullón

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