Ser o no ser
Cuando salió él de la barca, enseguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu impuro. S. Marcos 5:2.
Muchas veces, en las grandes reuniones evangelizadoras, el enemigo se ha manifestado al poseer a alguna persona. El enemigo es real y, aunque derrotado y condenado, continúa atormentando a muchas personas. La posesión demoníaca es una realidad. Existen muchos seres humanos poseídos por el enemigo. Pero existe también un malentendido en cuanto a este asunto. Generalmente, pensamos que una persona poseída por el enemigo es la que grita, se cae, es levantada y es tirada de nuevo con fuerza al suelo. Pero ellas no son las , únicas. Existen muchas que nunca exteriorizan manifestaciones demoníacas, pero son igualmente poseídas. Los que gritan, lloran y exteriorizan manifestaciones, lo hacen porque, además de estar poseídas por el enemigo, son débiles mental, emocional y físicamente. Si no fuese así, el enemigo nunca se exhibiría a través de esas personas.
¿Quiere decir que alguien puede no exteriorizar nunca manifestaciones demoníacas y aun así estar poseído por el enemigo! Sí, es posible, y la Biblia lo explica claramente. "El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama" (S. Lucas 11:23).
En el terreno espiritual no puede haber tres grupos, sólo existen dos: los que son de Jesús y los que pertenecen al enemigo de Jesús. No existe el grupo de los que están sobre el muro. Eso puede funcionar en muchas áreas de la vida, pero no en la vida espiritual. Aquí no hay lugar para la observación. Quedar en la indecisión ya es tomar una decisión en favor del enemigo de Jesús.
"Todo aquel que rehúsa entregarse a Dios está bajo el dominio de otro poder. No es su propio dueño. Puede hablar de libertad, pero está en la más abyecta esclavitud" (El Deseado de todas las gentes, pág. 431).
Nuestra única salvaguardia es Jesús. En él estaremos siempre seguros. Cuando Cristo vuelva, sólo existirán dos grupos: las ovejas y los cabritos, las sabias y prudentes y las fatuas, los seguidores del cordero y las del dragón; y todo dependerá de nuestra elección de hoy.
¿Por qué no hacer de este día un día de comunión permanente con Jesús? Lleva un cántico de alabanza en tu corazón, coloca una cinta de música inspiradora en el radiocasete de tu auto, piensa en Jesús, medita cada momento en él, relaciona todo con él, siente su compañía permanente. ¡Sé un amigo de Jesús!
Pr. Alejandro Bullón
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