Tu pasado tiene futuro


Mirándolo Jesús, dijo: "Tu eres Simón hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (es decir, Pedro) " S. Juan 1:42.

Las personas que eran vistas por Jesús, eran vistas por dentro. Así fue con Nicodemo, con el joven rico y con tantos otros. Sin importar lo que los hombres hicieran para esconderse, sin importar cuánto tratasen de disfrazar, Jesús conocía los sentimientos más íntimos y los desnudaba delante de él, para poder vestirlos con las vestiduras blancas de su justicia.

El versículo de hoy presenta a Jesús y a Simón frente a frente: Jesús fijó su mirada en él y le dijo: "Yo sé quién eres; conozco tu presente, sé donde vives, qué haces y con quién vives". Así son las cosas con Jesús. No hay nada que podamos esconder de él. Conoce nuestros secretes más íntimos, las heridas que nos duelen, las cicatrices que nos molestan, los traumas y complejos que cargamos en la vida.

Pero Jesús continúa: "Yo también conozco tu pasado. Tú eres hijo de Jonás. Conozco tus raíces, tus antepasados, la herencia genética que traes, el ambiente social y familiar en el que creciste. Sé por que reaccionas así delante de los problemas de la vida, sé por qué tienes ese temperamento que ya te causó tantas dificultades. Puedo comprenderte, puedo entender el por qué de tanta amargura y resentimiento, pero quiero que sepas que, además de conocer tu presente y tu pasado, también conozco tu futuro, y esto es lo que realmente importa. Mira hacia delante y ve las posibilidades futuras. Tú serás Cefas".

Ante cada persona hay un horizonte sin fin de posibilidades. El pasado pudo haber sido cruel contigo. Y el presente triste y oscuro en que vives, puede ser de alguna forma el resultado de un pasado donde tuviste poca participación, pero que te afectó. Eso, sin embargo, no es lo importante. Lo que realmente cuenta, lo que realmente vale, es el futuro maravilloso que Jesús te presenta a ti y a todos los que van a él con fe.

Simón nació en el puerto; era un hombre rudo y grosero, hecho en el mar. Su presente era muchas veces doloroso por causa de la lucha interna contra el temperamento impulsivo que cargaba, pero el tiempo comprobó que Jesús tenía razón al mostrarle un día las posibilidades futuras. Pedro sufrió la muerte de los héroes de la fe. Según la tradición, fue crucificado cabeza abajo, un viernes por la tarde. Poco importa. La verdad es que ese simple pescador de pasado oscuro, que salió de los muelles, llegó a ser uno de los grandes discípulos y mártires del cristianismo. Su nombre conquistó un lugar en la galería de los vencedores.

¿Y qué en cuanto a ti? Jesús también sabe quién eres y por qué eres como eres. Pero esta mañana mira hacia el futuro glorioso que él tiene preparado. "Aún no se manifestó lo que podrás ser". Acuérdate de eso a lo largo del día.

Pr. Alejandro Bullón

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