¿Tienes gozo contagioso?


Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores. Radiantes están los que a él acuden; jamás su rostro se cubre de vergüenza. Este pobre clamó, y el Señor le oyó y lo libró de todas sus angustias. El ángel del Señor acampa en torno a los que le temen; a su lado está para librarlos. Salmo 34:4-7 NVI

¿Disfrutas viendo los partidos de fútbol, u otro deporte por televisión? Si es así, entonces sabes cuán contagiosa es la alegría que siente un jugador cuando marca gol, o cuando se gana otro tipo de deporte. Esta es una de las razones por las que tantos millones de personas ven el fútbol tan "religiosamente". No es simplemente ver el desarrollo del juego, la excelencia y forma de los jugadores. También es compartir la alegría contagiosa de los ganadores.

En el Salmo 34, David describe el mismo tipo de gozo radiante de los creyentes. Todos aquellos que miran hacia Dios buscando ayuda, experimentarán un gozo tan intenso que los demás lo podrán observar en sus rostros. David nos cuenta que el motivo de ese gozo es que Dios ha escuchado y respondido nuestras oraciones. Nuestra pena ha sido quitada. Hemos sido liberados de todos nuestros temores porque el ángel del Señor acampa a nuestro alrededor.

Ora pidiendo que el ángel del Señor acampe a tu alrededor y de los tuyos. Encomienda a Dios tus miedos, preocupaciones, y pídele que te guarde. Él puede liberarte de tus temores y garantizarte un gozo radiante mientras busques su ayuda.

Adaptado de Praying God's Promises for My Marriage por John Farrar (Tyndale House), pp 92-93

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