TIMOTEO, UN JOVEN EJEMPLAR
"Ninguno tenga en poco tu juventud, si no sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza" (1 Tim. 4:12).
Recordamos a José, cómo el Señor estuvo con él en su juventud, y recordamos a Samuel... De nuevo podemos extraer lecciones sagradas del caso de Timoteo. Era sólo un jovencito cuando Dios lo eligió como maestro. Sin embargo, sus principios habían sido establecidos por una correcta educación y lo hicieron apto para desempeñar una labor de enseñanza religiosa junto con Pablo, el gran apóstol de los gentiles. Era sólo un joven cuando se le confiaron las grandes responsabilidades que llevó con cristiana humildad. Él era fiel, firme y trasparente. Fue el inseparable compañero de Pablo en sus labores y en sus viajes a fin de que pudiera servirse del beneficio de su experiencia en la predicación del evangelio y en la labor de establecer iglesias...
Pablo amaba a Timoteo porque Timoteo amaba a Dios. Su inteligente conocimiento de la piedad experimental y de la verdad, le daban distinción e influencia... La influencia moral de su hogar era sólida, no caprichosa, ni impulsiva, ni variable. La Palabra de Dios era la regla que guiaba a Timoteo.
Hay muchos que se mueven por impulsos antes que por la experiencia y el criterio adecuado. Sin embargo, Timoteo aplicaba la consideración y la reflexión, inquiriéndose a cada paso: "¿Es éste el camino del Señor?"... No tenía talentos especiales que fueran sobresalientes; pero su trabajo fue valioso porque utilizó los dones conferidos por el Señor y los consagró siempre a su servicio. El Espíritu Santo encontró en Timoteo una mente que podía ser moldeada para llegar a ser un templo del Espíritu Santo, pues se había subordinado para ser moldeado.
El propósito más elevado de nuestra juventud no debe ser la seducción de lo novedoso, sino ponerse bajo la enseñanza de las Sagradas Escrituras. Entonces pueden llegar a poseer los más altos atributos en las esferas celestes. La vida de ellos debe estar escondida en Dios, y todas sus enseñanzas habrán de simplificar la verdad original para que no resulte extraña a otros, sino familiar. Esta actitud se debe entrelazar en su reflexión diaria y en la vida práctica.
Apreciamos la ventaja que tuvo Timoteo debido a un correcto ejemplo de piedad y verdadera santidad... El evidente poder espiritual de la piedad hogareña lo conservó puro en su habla y lo libró de todo concepto corruptor. Timoteo había conocido las Sagradas Escrituras desde la niñez; había recibido el beneficio de las Escrituras del Antiguo Testamento y de los manuscritos de parte del Nuevo y las enseñanzas y lecciones de Cristo.
Un carácter noble no se produce en forma accidental. Es el resultado de un proceso de edificación del carácter a lo largo de los primeros años de la juventud y de practicar la obediencia a la ley de Dios en el hogar (Carta 33, 1897).
E. G. W.
Recordamos a José, cómo el Señor estuvo con él en su juventud, y recordamos a Samuel... De nuevo podemos extraer lecciones sagradas del caso de Timoteo. Era sólo un jovencito cuando Dios lo eligió como maestro. Sin embargo, sus principios habían sido establecidos por una correcta educación y lo hicieron apto para desempeñar una labor de enseñanza religiosa junto con Pablo, el gran apóstol de los gentiles. Era sólo un joven cuando se le confiaron las grandes responsabilidades que llevó con cristiana humildad. Él era fiel, firme y trasparente. Fue el inseparable compañero de Pablo en sus labores y en sus viajes a fin de que pudiera servirse del beneficio de su experiencia en la predicación del evangelio y en la labor de establecer iglesias...
Pablo amaba a Timoteo porque Timoteo amaba a Dios. Su inteligente conocimiento de la piedad experimental y de la verdad, le daban distinción e influencia... La influencia moral de su hogar era sólida, no caprichosa, ni impulsiva, ni variable. La Palabra de Dios era la regla que guiaba a Timoteo.
Hay muchos que se mueven por impulsos antes que por la experiencia y el criterio adecuado. Sin embargo, Timoteo aplicaba la consideración y la reflexión, inquiriéndose a cada paso: "¿Es éste el camino del Señor?"... No tenía talentos especiales que fueran sobresalientes; pero su trabajo fue valioso porque utilizó los dones conferidos por el Señor y los consagró siempre a su servicio. El Espíritu Santo encontró en Timoteo una mente que podía ser moldeada para llegar a ser un templo del Espíritu Santo, pues se había subordinado para ser moldeado.
El propósito más elevado de nuestra juventud no debe ser la seducción de lo novedoso, sino ponerse bajo la enseñanza de las Sagradas Escrituras. Entonces pueden llegar a poseer los más altos atributos en las esferas celestes. La vida de ellos debe estar escondida en Dios, y todas sus enseñanzas habrán de simplificar la verdad original para que no resulte extraña a otros, sino familiar. Esta actitud se debe entrelazar en su reflexión diaria y en la vida práctica.
Apreciamos la ventaja que tuvo Timoteo debido a un correcto ejemplo de piedad y verdadera santidad... El evidente poder espiritual de la piedad hogareña lo conservó puro en su habla y lo libró de todo concepto corruptor. Timoteo había conocido las Sagradas Escrituras desde la niñez; había recibido el beneficio de las Escrituras del Antiguo Testamento y de los manuscritos de parte del Nuevo y las enseñanzas y lecciones de Cristo.
Un carácter noble no se produce en forma accidental. Es el resultado de un proceso de edificación del carácter a lo largo de los primeros años de la juventud y de practicar la obediencia a la ley de Dios en el hogar (Carta 33, 1897).
E. G. W.
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