COMO EL MONTE SION



Los que confían en Jehová son como el monte de Sión, que no se mueve, sino que permanece para siempre. Sal 125:1.

Los montes son símbolos de permanencia. Si tú ves hoy un árbol y regresas al mismo lugar después de mil años, es poco probable que aquel árbol esté todavía allí en pie. Pero si contemplas el Monte Everest y regresas después de un millón de años, el Everest estará en el mismo lugar.


El salmo de hoy trata de llevarte a confiar en Alguien, y no en algo. Las cosas son necesarias, pero son pasajeras. El dinero, el empleo, la salud, la juventud, la casa, el auto, y hasta la familia, todo puede pasar, puede fallar y puede frustrarse, pero Dios nunca falla.

Este era uno de los salmos que cantaban los peregrinos judíos de cualquier lugar de aquellas tierras, cuando subían y se iban acercando a Jerusalén. Cuando los cautivos regresaron a su hogar, después de los años del exilio, contemplaron de lejos las montañas de Judea. Poco tiempo después pudieron observar las colinas que rodeaban a Jerusalén, y al acercarse más todavía encontraron el monte de Sión.

¿Dónde estaban todos los que habían salido un día de Jerusalén, cautivo, llevado a Babilonia? Muchos habían muerto. Otros habían envejecido y otros habían desaparecido en el tiempo y en las sombras del olvido. Pero el monte de Sión estaba allí, indómito, inalterable e inmutable.

Imagínate al pueblo cantando: "Los que confían en Jehová son como el monte de Sión". Ellos habían sido llevados como cautivos porque habían confiado en sus propias fuerzas y se habían olvidado de Dios. Ahora, después de haber sufrido las consecuencias de su rebeldía, retornaban a casa cantando emocionados la única verdad que los libraría de los sufrimientos futuros.

Este salmo se aplica también a nuestros días. ¿En quién confiar? ¿En tu empresa, en tu trabajo, en el dinero que tienes invertido, en tu juventud, en tu fuerza, o en el Señor?

Si tú miras a Dios en busca de seguridad, nunca te sentirás frustrado. Él conoce el futuro. Él sabe qué es lo que necesitas, incluso antes de que tú tengas conciencia de ello. Aunque pierdas todo repentinamente, él te ayudará a saldar tus compromisos y a salvar a tu familia. El salmo no dice que el monte no será azotado por las inclemencias del clima, dice que permanecerá para siempre. Por tanto, si tus ojos están puestos en Jesús, no te desesperes, porque "los que confían en Jehová son como el monte de Sión, que no se mueve, sino que permanece para siempre".

Pr. Alejandro Bullón

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