DIFERENTES MANERAS
Porque en vano se tenderá la red ante los ojos de toda ave. Prov. 1:17.
El proverbio de hoy nos enseña que hay muchas maneras de relacionar nos con las personas. Esta es una lección básica para hacer la vida más eficaz. Muchos sufren porque no aprendieron que un individuo no es igual al otro, y que la relación es más enriquecedora cuando las personas son aceptadas tal como son. El versículo de hoy dice que hay aves que pueden ser cazadas con una red. Pero que no todas las aves serán cazadas de la misma manera. Cada caso es un caso. Cada circunstancia es una circunstancia.
¿Tienes varios hijos? Entonces ya te has dado cuenta que cada uno es diferente, y que necesitas aproximarte a ellos de maneras diferentes. Erramos cuando uniformamos el tipo de educación. Encarar todos los problemas del mismo modo, tratar a todas las personas de la misma manera, no es sabio.
El mundo es un jardín variado y coloreado con personalidades y temperamentos diferentes. Tú ves eso en el hogar, en el trabajo, en el colegio, en la calle, en la iglesia. La firmeza funciona bien en unos, pero no es necesaria en otros. La advertencia es indispensable para unos, e innecesaria para otros. Salomón había aprendido que la red puede ser extendida para algunos tipos de aves, pero que no sirve para cazar todas. Esta multiforme manera de relacionarse con las personas, no significa transigir ni discutir los principios que son trascendentales y eternos.
Hoy vale la pena evaluar la manera como estoy tratando a las personas y encarando las circunstancias de la vida. ¿No sería mi vida más productiva y feliz si cambiara la manera de relacionarme con las personas, considerando la variedad de temperamentos, culturas y personalidades?
Nunca es tarde para cambiar, ni para comenzar todo de nuevo. Nunca es tarde para reconocer el error, ni para pedir perdón. Siempre hay tiempo para aprender a vivir de modo más simple, más humano, menos rígido y menos complicado.
Por eso, hoy, antes de comenzar a relacionarte con las personas, circunstancias y cosas, recuerda el viejo proverbio de Salomón: "Porque en vano se tenderá la red ante los ojos de toda ave".
Pr. Alejandro Bullón
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