LEVÁNTATE

Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Prov. 6:9.

Cierto día Jesús encontró un paralítico. Pedía limosna. Estaba acostado cerca del estanque de Betesda, esperando que alguien lo ayudara a entrar en las aguas. Jesús, al vedo, se compadeció. El Señor siempre se compadece de las personas paralizadas, porque una vida sin movimiento es casi una vida vegetal. Sueños, planes, expectativas, todo acaba en frustración e inercia. Jesús se acercó al paralítico, y le dijo: "Levántate, toma tu lecho y anda". En un instante el hombre comenzó a dar saltos de alegría. Estaba curado, y en aquel preciso momento la vida comenzó de nuevo para él.

Hay mucha gente acostada en esta vida. Personas que duermen el sueño de la mediocridad. Gente buena, sincera, que sufre la terrible enfermedad del conformismo. Personas que se esconden detrás del argumento de que nunca tuvieron oportunidades, olvidando que las oportunidades no vienen solas. Que es preciso ir a buscadas.

Por eso, Salomón pregunta: "¿Hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?" El verbo levantarse, en el original es qum, que significa, entre otras cosas, acontecer. Un acontecimiento es un hecho, una realización, por tanto, la invitación a levantarse es la invitación a acontecer.

A la luz del texto de hoy, muchas personas no se sienten realizadas por el simple hecho de que estuvieron durmiendo, mientras los otros trabajaban. "En esta civilización no hay lugar para el ocioso", acostumbraba a decir Henry Ford. Yo diría lo mismo, de otra forma. En esta civilización, tal vez haya lugar para los ociosos, pero no están, con seguridad, en la galería de los victoriosos. La victoria es la recompensa del trabajo.

Pero al ser humano le gusta "dorar la píldora". Inventa disculpas. Racionaliza, echa la culpa al Gobierno, al desempleo, a la injusticia social y no acepta el simple hecho de que siempre hay trabajo para quien quiere trabajar.

No duermas. No te asustes ante los desafíos. Si estás herido, lastimado y sin ganas de luchar, recuerda que a tu lado está Jesús con la mano extendida, dispuesto a socorrerte. Cada día es una página en blanco, puesta ante nosotros para que escribamos una nueva historia. "Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?".

Pr. Alejandro Bullón

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