SALVACIÓN E INSTRUCCIÓN


Retén el consejo, no lo dejes; guárdalo, porque eso es tu vida. Prov. 4:13.

Aquel día podría haber sido el último día de mi vida. Por la gracia divina había un árbol que crecía en el barranco del río, y me agarré de una rama. Fue una lucha desesperada. Estaba cansado, casi sin fuerzas, pero sabía que si me soltaba, la correntada me llevaría en dirección a la muerte.

Dios usó a un grupo de jóvenes indios para salvarme. Dios siempre está listo a ayudar al hijo que no tiene más fuerzas. Nunca olvides eso.

Al escribir la meditación de hoy, me acordé de ese incidente por una razón. Porque en hebreo, la palabra hachazel, significa literalmente "asirse con fuerza".

El texto afirma que la vida es un constante enfrentar peligros, y que el árbol salvador es la instrucción divina. "Retén el consejo, no lo dejes", es el consejo del sabio. Aunque sientas que no tienes fuerzas, a pesar de descubrir que no funciona, incluso cuando todo el mundo te considere ingenuo por creer en un libro tan antiguo, retén la instrucción y no la sueltes, porque de eso depende tu vida.

No es fácil creer en los consejos bíblicos cuando se vive en un mundo racionalista como el nuestro. Las personas buscan desesperadamente una filosofía de vida que apoye la libertad de los instintos, instintos que no son confiables, que necesitan ser orientados y, precisamente, el instrumento que Dios tiene para orientados se llama "instrucción".

La instrucción divina no está limitada por el tiempo ni por la cultura. Los principios de honestidad, fidelidad, verdad, respeto por la vida y otros, son eternos e inmutables. Pero, ¿cómo respetar esos principios en un mundo en que la honestidad es sinónimo de estupidez y la fidelidad es confundida con la ingenuidad? ¿Cómo defender la verdad en una sociedad gobernada por la mentira, donde todo es relativo?

Salomón presenta esos principios como el árbol salvador en el barranco del río. Tú necesitas asirte de él con todas tus fuerzas, si no quieres ser arrastrado por la correntada de una vida sin sustancia.

Atrévete a ser diferente, defiende tus valores y hoy, antes de iniciar tus actividades, repite varias veces el consejo bíblico: "Retén el consejo, no lo dejes; guárdalo, porque eso es tu vida".

Pr. Alejandro Bullón

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