OS HARÉ SABER


Volveos a mi reprensión; he aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, y os haré saber mis palabras. Prov. 1:23.

Conozco a una persona que sale diariamente de su casa esperando que el Espíritu le diga hacia dónde debe ir y qué debe hacer. ¿Por qué será que cada vez que se habla sobre el Espíritu de Dios, la tendencia es caer en el misticismo? Unos esperan manifestaciones emocionales intensas. Otros, desean entrar en un mundo de levitación espiritual para sentir la "voz" del Espíritu.

El proverbio de hoy relaciona la actuación del Espíritu con tres cosas: reprensión, conocimiento, y la Palabra de Dios. El conocimiento viene a través de la Palabra de Dios que reprende. El vocablo "conocimiento" en el original hebreo es yada, e incluye la mente, el corazón y el cuerpo. Se trata de un conocimiento completo, tanto teórico como experimental.

El texto de hoy afirma que el Espíritu habla a través del conocimiento que viene de la Palabra de Dios. Ese conocimiento no siempre apoya lo que el ser humano "cree" y, frecuentemente, es reprensión. Nos trae de vuelta al camino correcto. Nos muestra con firmeza el camino que conducirá al hombre a la felicidad.

Son raras las ocasiones en que el Espíritu actúa separado de la Palabra. La persona que desea ser guiada por el Espíritu tiene, necesariamente, que abrir la Palabra. El Espíritu habla al corazón a través de ella y nos muestra el camino de la victoria.

De acuerdo con el primer capítulo del libro de Proverbios, las personas que no consideran a Dios en su camino, carecen de la sabiduría y, en consecuencia, sufren constantemente. No conocen la Palabra de Dios. Tratan de encontrar el camino del éxito, a su manera, como el ciego hace con su bastón, queriendo encontrar el camino, envuelto en las sombras y en las tinieblas.

Abre hoy tu corazón a Dios, pídele sabiduría para vivir una vida feliz. Al recibir la sabiduría de lo alto, tú comenzarás a ver las circunstancias desde una perspectiva más optimista, aguerrida y victoriosa. Por eso, antes de comenzar hoy tus actividades, escucha la voz de Dios, diciendo: "Volveos a mi reprensión; he aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, y os haré saber mis palabras".

Pr. Alejandro Bullón

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